Recupera la venta de Tú a Tú en tu Centro de estética

Sin duda, lo que más me gusta de mi trabajo es sentir que gracias al Método NER no solo puedo mejorar el funcionamiento de un centro de estética, sino que puedo mejorar la calidad de vida de quien está al mando.

Hoy me gustaría contarte el caso de una de mis clientas, Sandra Álvarez, propietaria de Sandra Álvarez Saló d’estètica, y cómo ha aumentado su facturación y recuperado el control de su centro.

La historia de Sandra

Sandra es esteticista de vocación, con 22 años de experiencia en el sector de la estética. Empezó muy joven (actualmente tiene 38 años) y desde siempre supo que la estética era su pasión. Tuvo la suerte de que siempre trabajó de ello en peluquerías, centros médicos y centros estéticos de alto nivel.

Sandra pasó momentos de vida delicados y difíciles, pero ella, que es una persona muy luchadora y muy positiva, decidió empezar una nueva vida, cambió de localidad y se lanzó con un nuevo proyecto: un pequeño salón de 27 m2.

Siempre le funcionó bien el salón. Le pone tanto entusiasmo a todo lo que hace que en poco más de un año tuvo la oportunidad de coger el local de al lado y ampliar el equipo, por lo que pasó de ser ella sola a ser 3, una recepcionista y dos esteticistas.

Justo 2 años más tarde, es cuando contactó conmigo. Acababa de ser madre por segunda vez y es ahí donde se dio cuenta de que las cosas no podían seguir como iban.

Sabía que tenía que hacer algo y no lograba ver qué era. Su baja maternal le hizo pensar que estaba muy satisfecha con todo lo que había conseguido hasta ese momento, pero ella no podía dedicar tantas horas al negocio y sentía que las cosas no iban igual de bien si ella no estaba, que no tenía control sobre su negocio.

En ese momento, contaba con personal de confianza, o al menos lo creía así, pero quería descubrir cómo mejorar la facturación para poder contratar a alguien más y conciliar mejor la vida laboral con la familiar.

¿Qué hicimos?

  • Realizamos un estudio para ver cómo trabajaba el equipo.
  • Detectamos todos los puntos a mejorar.
  • Analizamos y revisamos todas las actuaciones de atención al cliente, desde que un cliente entra en el salón hasta que se va.

Y dejamos muy bien definido donde estábamos y a dónde queriamos llegar:

  • Empezamos a trabajar nuevos protocolos y nuevos sistemas de ventas que definieran la misma manera de trabajar y de vender para todo el equipo.
  • Revisamos todos los servicios y precios para saber cuáles eran aquellos servicios rentables en los que nos teníamos que centrar.
  • Creamos nuevos tratamientos para adecuarnos a la situación en la que se encontraba el centro en ese momento.
  • Trabajamos todos los puntos de venta del salón, para vender más y mejor.
  • Hicimos formaciones con el equipo para fortalecer, mejorar y sistematizar todo lo trabajado.

Actualmente el centro de Sandra, que ya funcionaba bien, está completamente optimizado: cada persona tiene claro qué tiene que hacer y cómo hacerlo: han duplicado la facturación y trabajan mucho mejor.

He de decir que en este tiempo de trabajo con Sandra ha habido muchos cambios y altibajos, confinamiento y dos cierres, con renovación del personal incluida. Pero es por eso que me siento tan satisfecha con ella, porque actualmente está trabajando mucho más que en temporada alta y con unas facturaciones inesperadas.

También tengo que decir que ella es una gran líder y empresaria que no se conforma fácilmente y me lo ha puesto muy fácil.

¿Cómo se siente Sandra?

No puedo estar más satisfecha ante las palabras que Sandra me hizo llegar tras trabajar juntas:

«Desde que conozco a Pilar ha mejorado todo en mi salón. Yo tenía un centro de estética muy bonito, que funcionaba muy bien, pero no tenía el centro que yo quería. Antes hacía muchas manicuras y servicios poco rentables, pero siempre quise dedicarme a la estética avanzada y a la especialización en tratamientos faciales, corporales y láser, que es lo que prácticamente hacemos ahora todos los días.

¡Menudo giro le hemos dado al centro! Gracias a su enfoque, ha mejorado la calidad del servicio, los protocolos de atención al cliente y siento que a pesar de los cambios de personal todo el equipo rema en la misma dirección. Ahora sí tengo el centro de mis sueños y siento que todo el esfuerzo tiene su recompensa. Para mí, conocer a Pilar era justo lo que necesitaba.»

Espero que te haya gustado la historia de Sandra y hayas encontrado inspiración en alguna de las acciones que llevamos a cabo. No obstante, si sientes que te gustaría comentarme tu caso personalmente, puedes solicitar una sesión de mentoría conmigo o contratar el Método NER al completo.

MÁS ARTÍCULOS